La letra chica, cada vez más chica: reducen el tamaño que debe tener el CFT en contratos
La semana pasada se conocieron algunos cambios a la forma en que se debe informar el Costo Financiero Total en los contratos e información por medios electrónicos (alcanza únicamente a este tipo de información, ya que se mantienen las previsiones previas en materia de información por medios gráficos). La comunicación completa disponible aquí.
Si bien los cambios no parecen ser dramáticos, apuntan al mismo objetivo que otras modificaciones negativas en relación al deber de información: reducir la información que deben dar los proveedores, a costa de los consumidores.
A continuación la nota publicada original publicada en Bae Negocios.
La letra chica, cada vez más chica: reducen el tamaño que debe tener el CFT en contratos
Da marcha atrás con una medida de marzo, que aumentaba la tipografía del Costo Financiero Total. Desde ahora, tendrá un sólo decimal en los contratos en lugar de dos
A contramano de las medida que venían tomando el Banco Central, que apuntaban a proteger a los usuarios financieros, el organismo monetario ahora decidió reducir el tamaño exigido para publicar el Costo Financiero Total (CFT) en los contratos de los préstamos así como en las ofertas que cada entidad envía por coreo electrónico a sus clientes. En rigor, a partir de ahora la tipografía del CFT puede ser hasta dos veces mayor que el resto de los datos o en un color destacado, cuando hasta la semana pasada la exigencia era que sí o sí esos números sean cinco veces más grandes. Para publicidades gráficas y audiovisuales, de todos modos, sigue vigente la obligación de que sea 5 veces mayor, una medida que rige desde 2016.
Así, la nueva conducción del BCRA da marcha atrás con una medida que había sido aprobada el 23 de marzo último y que según se anunció en su momento, tenía «el objeto de dotar de mayor transparencia a la operación y proteger al usuario a la hora de tomar decisiones». Ahora, cuestiones operativas pesaron más que la protección al cliente, que volverá a ver la letra más chica a la hora de contratar un nuevo préstamo. El CFT es de vital importancia a la hora de sacar un crédito ya que es el costo que verdaderamente termina pagando el cliente, que además de la tasa incluye las comisiones y cargos vinculados a la operación.
El jueves de la semana pasada el directorio del organismo aprobó la Comunicación A 6541, en la cual modifica algunos puntos del capítulo de normas sobre «Tasas de interés en las operaciones de crédito». El cambio más importante se da en el criterio sobre cómo deberá identificarse el CFT en los documentos y en las ofertas que el banco realice a través de correo electrónico a sus clientes.
Por un lado, exige que el valor numérico y el signo «%» del CFT sea de «al menos el doble de tamaño al que se utilice para la demás información incluida en el documento de que se trate o en una tipografía resaltada y/o en color destacado». Antes, y según lo había dispuesto el 23 de marzo en la Comunicación A 6474, la exigencia era que el tamaño sea de al menos cinco veces mayor al resto. Además, siempre en lo referido a los documentos y a la comunicación vía email entre el banco y sus clientes, el BCRA también dispuso que el CFT tenga un sólo decimal, cuando hasta la semana pasada debía ser con dos decimales.
Consultados al respecto, desde el BCRA minimizaron los cambios y destacaron el hecho de que en las publicidades gráficas se mantiene la exigencia de que sea cinco veces mayor. En el mercado señalaban que había muchos incumplimientos en esos casos y que la medida del Central apunta más que nada a resolver cuestiones operativas, como por ejemplo la publicidad que hace el banco en los tickets de los cajeros automáticos. Además, como la exigencia es para todo ofrecimiento financiero también afectaba a escribanos, que muchas veces incumplían con la norma y no ponían el CFT en una tipografía cinco veces mayor. Ahora, como pueden elegir entre ponerlo en un tamaño dos veces mayor al resto o en un color destacado, con sólo resaltar el CFT cumplen con la normativa.
Borrar con el codo
En marzo, cuando el BCRA dispuso que en toda documentación vinculada a la contratación de préstamos el CFT debía identificarse con una tipografía 5 veces mayor al resto, lo que destacó a través de un comunicado de prensa fue que «de ese modo, a la hora de firmar, el cliente podrá ver destacado con facilidad cuál es el CFT del crédito, que además de la tasa de interés incluye las comisiones y cargos vinculados a la operación que determinarán la cuota a pagar». Además, lo más contradictorio del BCRA es que justamente lo único que había agregado en marzo fue lo que eliminó la semana pasada. «La obligación de mostrar el CFT con una tipografía 5 veces mayor ya regía desde 2016 para la publicidad gráfica y audiovisual de préstamos y servicios financieros», detallaba el organismo monetario en marzo, y agregaba: «mediante esta decisión, se extiende este requisito a los documentos de contratación de préstamos, con el objeto de dotar de mayor transparencia a la operación y proteger al usuario a la hora de tomar decisiones».
En la práctica, y más allá de los fuertes cambios en cuestiones de política monetaria, este es la segunda diferencia de fondo entre la presidencia de Luis Toto Caputo y la de Federico Sturzenegger, después de eliminar las conferencias de prensa en la presentación del Informe de Política Monetaria (IPOM). La semana pasada se decidió sobre la hora cancelar puntualmente ese encuentro, pero ahora se confirmó que en el resto de los IPOM tampoco hablará Caputo, ya que ayer el BCRA eliminó de la página web la frase en la que decía que la publicación de ese informe era acompañada de una conferencia de prensa de su presidente. El cambio en la publicación del CFT, sin embargo, es más grave porque afecta directamente a los usuarios de servicios financieros.